“Ley 3 de 3”
Por: José María Hinojosa Aguayo
El Objetivo
Regional.- Con la novedad de que el coordinador de los senadores panistas, en
esta cámara, Roberto Gil, alzó la voz para cuestionar ante varios medios
televisivos, incongruencias que pueden presentarse con la aprobación de la
famosa ley tres de tres, ya que de aprobarse, en algunas de sus atribuciones
obligaría a presentar a los futuros candidatos: la declaración patrimonial de
familiares hasta en un cuarto grado, lo cual representaría una tarea titánica,
por no decir que imposible, más si tomamos en cuenta que la gran mayoría de las
familias en primer grado, por poner un simple ejemplo, se encuentran distantes
o desarticuladas por problemas cotidianos que se presentan en toda familia, a
lo que en su momento habría que agregar, la gran mayoría se negarían a
proporcionar información personal confidencial a un hermano, tío, primo o
sobrino, sólo porque uno sea político o aspire a un puesto de elección popular
“cuando a mí no me viene ni me importe” o como bien dice el senador del “PAN”,
Roberto Gil, “yo tengo un tío que apenas conozco, con qué cara les puedo pedir
o exigir su declaración patrimonial con fines particulares (políticos) que sólo
a mí me conciernen”, por lo que no se descarta que esta ley se pueda empantanar
y representar a futuro un impedimento para la mayoría de candidatos, con
excepción desde luego de los huérfanos que no tendrían problemas, de ahí, lo
más sencillo que debe prevalecer: declaración patrimonial y fiscal, de lo
demás, que las autoridades correspondientes se encarguen de investigar a los
que tengan cola que les pisen, y eso sin contar que de aprobarse esta ley como
se pretende, puede usted jurar que la lluvia de “amparos” no se hará esperar
por la falta de confianza a nuestras instituciones, prueba más reciente, la
fuga del padrón electoral con pelos y señas en un medio electrónico (cero
confiabilidad), otro aspecto muy preocupante es que se pretende crear una nueva
fiscalía dizque de forma independiente ¿Otra más?, encargada de vigilar,
regular y en su caso enjuiciar todo acto de corrupción al interior de las
instituciones de gobierno en todos los niveles (federal, estatal y municipal),
por lo que no queremos tan siquiera imaginar la gran cantidad de gente que se
ocuparía para tan gigantesca labor y de dónde se podría seleccionar a personas
con cualidades que esté exenta de actos de corrupción para ocupar estos puestos
y todavía de pilón no haber sido parte de ninguna dependencia de gobierno que
pueda garantizar cierta certidumbre y que verdaderamente se castigue al que mata
la vaca y no al que le agarre la pata, como se ha venido dando en muchas
décadas de gobiernos corruptos, avalados por partidos políticos y sindicatos a
tal grado que, político que no se enriquece fraudulentamente no es un buen
político, y líder sindical que no dure 30 años en el poder no es un buen líder…
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