“Está Muriéndose el Oficio de Peluquero”…
(Recordando a: Noé Zamorano Urquidi)
El SOL...
Por: Federico Lagarda Ibarra
El Objetivo Regional.- “Cortar el pelo es un arte y al mismo
tiempo es un servicio que se presta a la sociedad, por lo que es una verdadera
tristeza que éste oficio esté muriendo por falta de elementos que quieran
aprenderlo”, así lo revelaron para “El Objetivo Regional”, Noé Zamorano Urquidi
(QEPD), Porfirio “Pío” Valdez Carrillo y Cruz Flores Peña…
“En 1965, había alrededor de 40 peluqueros y 20 peluquerías
en Navojoa, de las cuales solamente quedan 6… Recuerdo que en aquel entonces,
los hombres únicamente acudían a las peluquerías, mientras que las damas
asistían a las *salas de belleza* a cortarse la melena y a darse permanente”,
caviló Valdez Carrillo…
“Es una satisfacción realizar éste trabajo, que además te
relaciona con la comunidad en general (de todos los estratos sociales)… Entre
las personalidades que me ha tocado arreglarles el cabello, están: Javier
Alatorre de TV Azteca, Fernando *El Toro* Valenzuela, así como al primer
mexicano en jugar béisbol en grandes ligas, Baldomero *Melo* Almada”, agregó
orgulloso “El Pío” Valdez…
“Con este oficio de peluquero, saqué adelante a dos hijos
como profesionistas, pero es bueno aclarar que yo inicié como *chícharo* en
1957, en la peluquería de *El Barón Bastidas*, ubicada en la calle Matamoros,
frente al Hotel Montenegro”, abundó… ¿Y qué es un “chícharo”?, cuestioné,
respondiendo Porfirio Valdez: “es el que da bola, el que hace los mandados, es
un ayudante general del negocio de la peluquería”… “También recuerdo que *El
Barón Bastidas* (Víctor Bastidas Lafargue), me prestaba su herramienta
(máquinas, tijeras y navajas) para que practicara éste oficio en mi colonia
Nogalitos, donde cobraba un peso por corte de pelo, esto ya en 1959”, ilustró…
“Mi primer trabajo profesional fue en la peluquería de *El
Distinguido* (Enrique Álvarez), precisamente en la populosa Nogalitos… En 1961,
laboré con Ramón Barbosa Rivera, frente al (desaparecido) cine *Rex*, siendo en
ese mismo año cuando empecé a trabajar con José de la Luz Navarro, por la
Pesqueira entre Obregón y Morelos, lugar donde actualmente desarrollo mi
profesión”, expresó… Asimismo, “El Pío” Valdez, dijo que él es peluquero de
varias generaciones, es decir que ha tenido clientes como Don Felipe Salido y
Don Alejo Aguilera, a quienes les ha cortado el pelo, así como a sus hijos,
nietos, bisnietos y tataranietos… Al igual que a Leonardo Yépiz y descendencia…
Por su parte, Noé Zamorano Urquidi, con 47 años de
experiencia en el ramo, considera el oficio de peluquero como: noble, limpio,
honesto, que no deja mucho dinero, que da para vivir con cierta comodidad pero
sin lujos y que es bien visto por la gran mayoría de las personas…
Sin embargo, al preguntarle el por qué no enseñó éste oficio
a ninguno de sus hijos, Noé Zamorano, contestó: “porque si yo hubiera tenido
oportunidad de estudiar, jamás hubiera profesado este noble trabajo de
peluquero… Mejor me incliné en darles estudio a mis hijos, de los cuales 5 son
profesionistas universitarios”…
Noé Zamorano Urquidi,
con su esposa Lucía Mercedes Anaya de Zamorano
y sus
hijos: Gabriela, Noé,
Lucía, Rafael, Diego, Rebeca,
Ana Karen y Martha (QEPD)…
|
“No obstante, como peluquero uno se relaciona con clientes
importantes que en algún momento nos pueden echar la mano con nuestra familia,
como es el caso de conseguirnos un buen empleo para nuestros hijos… Igualmente
el peluquero, lee y escucha muchas historias de gente mayor que uno,
adquiriendo con ello cierta cultura, lo que hace que algunos jóvenes nos vean
como un maestro, que les puede transmitir un conocimiento”, reflexionó Zamorano
Urquidi…
“En cierta ocasión, 3 chamacos menores de 15 años, vieron
una foto colgada en mi peluquería, preguntándome uno de ellos qué si cuál de los
personajes en el retrato era yo… Después de darle una explicación sobre esa
fotografía alusiva a la revolución mexicana, en la cual aparecía Francisco
Villa y su Estado Mayor; otro me cuestionó sobre el hecho de por qué sabía
tanto de historia; contestándole, que lo había aprendido en la escuela y aparte
leyendo bastante sobre el tema… Mientras que, el que se estaba cortando el
pelo, me dijo: que suerte tiene usted, pues los maestros de ahora son bien
*pendejos* y no enseñan nada de esto”, recordó Noé Zamorano…
En el mismo tenor, pero por separado, Cruz Flores Peña, con
36 años como peluquero, también se lamenta que éste oficio esté desapareciendo,
“las nuevas generaciones han dejado de asistir a las peluquerías, ahora son
jóvenes de estética, donde no hay distinción de género; situación muy diferente
a la de mi época, cuando yo empecé a trabajar, pues en aquel entonces era un
*tabú* que los hombres entraran a los *salones de belleza*, destinados
únicamente para las mujeres… Lo mismo sucedía cuando un hombre acudía a
cortarse el pelo a una peluquería, pues su esposa no entraba con él, por eso
había sillas afuera del negocio para que la dama esperara a su marido mientras
a éste le arreglaban el bigote, la barba o el cabello”, reflexionó Cruz Flores…
Cruz Flores Peña con el reportero Federico Lagarda I. |
“Cuando yo muera, se cierra conmigo la tradición familiar de
peluqueros, que viene desde mi abuelo Hilario Peña, continuando con mi padre
Espiririón Flores Ramírez y mi madre Concepción Peña Velazco, quien a sus 78
años de edad todavía sigue cortando el pelo… Mi madre, fue la primer mujer que
cortó el pelo en peluquerías de Navojoa, por allá en los años cincuenta, al
lado de mi padre en la *Peluquería México*, la cual aún mantengo vigente con mi
trabajo”, agregó…
Aunque Cruz Flores Peña, se enorgullece de haber vivido de
su “chamba”, y como peluquero haber convertido a sus hijos en profesionistas y
apoyado (simultáneamente) a sus 10 hermanos, no por ello deja de reconocer que,
“ninguno de mis hijos siguió mis pasos como peluquero, primero que todo, porque
no les gustó éste oficio y en segunda, porque aquí se trabaja de lunes a lunes
(a diario)”, concluyó diciendo el entrevistado, con una enorme satisfacción
dibujada en su rostro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario